Para ello se plantea un experimento en el que se comparan las cuatro marcas de llantas sometiéndolas a una prueba de 32 000 kilómetros de recorrido, utilizando. Es factible económicamente que un producto con una arquitectura modular tenga una amplia variedad (se ofrezcan al mercado varios modelos o variantes de él) al combinar diferentes módulos sin necesidad de que el sistema de manufactura de la empresa sea flexible, mientas que un producto con una arquitectura integral requiere de un sistema flexible de manufactura (Suzue et al. Los autores seleccionaron a la matriz de diseño de la estructura (DSM) como método para generar los módulos. De acuerdo con la jerarquización que se obtuvo de la metodología de diseño para variedad y en concordancia con los módulos identificados en la matriz de diseño de la estructura (DSM), el gabinete es el primer elemento a estandarizar.
El índice de variedad generacional (IVG) es un indicador de la cantidad de rediseño requerida por un componente para satisfacer las métricas futuras. Esto indicó, que estos componentes serán los más afectados (requiriendo un rediseño mayor al 50%) para poder cumplir con especificaciones futuras. Hacen una propuesta para cuantificar la modularidad y proponen un método para diseñar productos modulares que da una métrica para mejorar la modularidad de productos, incrementando las semejanzas y reduciendo las dependencias entre módulos. En cualquiera de los dos casos anteriores, las modificaciones al producto son más fáciles de establecer en arquitecturas modulares, debido a que en ellas los cambios requeridos asociados con las funciones son localizados en un número reducido de componentes.
Como séptimo y octavo pasos, se propone un ciclo iterativo entre la reducción de los índices y opciones de arquitectura. No obstante, uno con una arquitectura integral, requiere cambios en varios componentes para modificar un elemento funcional (Ulrich et al. Esto significa que, para que la arquitectura modular propuesta pueda satisfacer las especificaciones futuras, se requerirá un esfuerzo de rediseño en los componentes del 50%. Martin (199 desarrolla su metodología de diseño para variedad (DFV) para cuantificar los índices y orientar un rediseño con la finalidad de crear una arquitectura robusta en el tiempo (figura.
Actualmente colabora en proyectos de innovación de productos y diseño sustentable con el Centro de Investigaciones en Diseño Industrial de la UNAM, la Universidad de California, en Berkeley, la Universidad de Stanford y la Universidad Tecnológica de Munich. Como cuarto y quinto pasos, se cuantifican los índices de variedad generacional y de acoplamiento para la arquitectura del producto actual, con el fin de guiar el diseño de la nueva arquitectura y definir una referencia con respecto a la cual comparar. Para hacer esto se usa la clasificación que se muestra en la tabla 4, donde el 9 indica especificaciones con una sensibilidad alta y el cero las especificaciones que no afectan a los componentes. Despliegue de funciones de calidad QFD, integración de las necesidades del cliente en el diseño del producto.
Se graduó como ingeniero mecánico electricista y obtuvo el grado de maestro en ingeniería mecánica con mención honorífica por la Facultad de Ingeniería de la UNAM, asimismo, el grado de doctor en ingeniería de diseño por la Universidad de Lancaster en Inglaterra.
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